Con este texto me ha venido a la mente el libro “El misterio de las coincidencias” de Eduardo R. Zancolli, me lo recomendó mi mentor en filosofía y me encantó.
Es interesante la relación del orden con el ser humano. Queremos poner orden en todas las cosas, de forma que, incluso cuando es azaroso lo que ha ocurrido, queremos ver una mano de algo que ha podido ser lo que ha venido a causar eso. De paso, queda la esperanza de que algún día podamos llegar a desentrañar las reglas de ese azar... Y controlarlo... O no. 😁
Muchas gracias, Mercedes. Es muy interesante esa relación que intentamos establecer siempre entre hechos caóticos o azarosos y nuestra responsabilidad sobre ellos. Es evidente que para el ser humano es necesario tener la sensación de control sobre lo que le rodea, pese a que la sabemos imposible. Queda, como dices, la esperanza de llegar a comprender un poco ese azar.
Pienso en la reciente partida de Paul Auster y su trabajo con el azar. En la historia de que se hizo escritor, en parte, porque a un compañero de campamento le cayó un rayo en medio de una tormenta, mientras atravesaban una alambrada. Apenas unos segundo más y hubiese sido Paul el que se hubiese enfrentado al rayo.
La vida como la pelota que choca en la malla. A veces cae en terreno propio, a veces en el ajeno.
Es que la casualidad domina nuestras vidas: unos le llaman «azar», otros «caos», otros «destino», pero no me cabe duda de que la volatilidad tiene mucho más peso en lo que nos acontece de lo que estamos dispuestos a admitir.
Con este texto me ha venido a la mente el libro “El misterio de las coincidencias” de Eduardo R. Zancolli, me lo recomendó mi mentor en filosofía y me encantó.
Gracias por la referencia, Chari. Me alegro de que el texto haya resonado contigo.
Es interesante la relación del orden con el ser humano. Queremos poner orden en todas las cosas, de forma que, incluso cuando es azaroso lo que ha ocurrido, queremos ver una mano de algo que ha podido ser lo que ha venido a causar eso. De paso, queda la esperanza de que algún día podamos llegar a desentrañar las reglas de ese azar... Y controlarlo... O no. 😁
Genial como siempre.
Muchas gracias, Mercedes. Es muy interesante esa relación que intentamos establecer siempre entre hechos caóticos o azarosos y nuestra responsabilidad sobre ellos. Es evidente que para el ser humano es necesario tener la sensación de control sobre lo que le rodea, pese a que la sabemos imposible. Queda, como dices, la esperanza de llegar a comprender un poco ese azar.
Pienso en la reciente partida de Paul Auster y su trabajo con el azar. En la historia de que se hizo escritor, en parte, porque a un compañero de campamento le cayó un rayo en medio de una tormenta, mientras atravesaban una alambrada. Apenas unos segundo más y hubiese sido Paul el que se hubiese enfrentado al rayo.
La vida como la pelota que choca en la malla. A veces cae en terreno propio, a veces en el ajeno.
Es que la casualidad domina nuestras vidas: unos le llaman «azar», otros «caos», otros «destino», pero no me cabe duda de que la volatilidad tiene mucho más peso en lo que nos acontece de lo que estamos dispuestos a admitir.
Gracias por aportar ese recuerdo a Auster.
Me gusta una de origen medieval, “Fortuna”. Es algo más optimista, si se quiere. Y muy literaria, muy bella.
Gran tema, igual. Abrazo!
Necesitaba leer esto hoy. Gracias, Emi♥️
Mil gracias a ti, Julia, por estar ahí.